Cómo Redactar la Formulación del Problema en Tu Tesis

La formulación del problema es el corazón de toda tesis. Se trata de articular claramente el dilema o la cuestión que motiva tu investigación. Aquí te dejamos una guía paso a paso para redactar esta sección crítica de manera efectiva.

1. Identificación del Problema

  • Observación: Comienza con una observación detallada y reflexiva. Pregúntate qué te ha llamado la atención y por qué.
  • Registro: Anota los detalles específicos, las anomalías o los patrones que observes.

2. Revisión Literaria

  • Investigación: Sumérgete en la literatura existente. Identifica qué se ha dicho ya sobre el tema y dónde existen lagunas.
  • Documentación: Documenta tus hallazgos. Te ayudará a contextualizar tu problema.

3. Articulación del Problema

  • Claridad: Sé claro y conciso. El problema debe ser comprensible y estar claramente definido.
  • Especificidad: Evita la ambigüedad. Asegúrate de que el problema sea específico y medible.

4. Justificación

  • Importancia: Explica por qué es crucial abordar este problema. ¿Qué impacto tendrá resolverlo?
  • Contribución: Detalla cómo tu investigación contribuirá a la base de conocimientos existente.

5. Preguntas de Investigación

  • Formulación: Desarrolla preguntas claras y directas que guiarán tu investigación.
  • Alcance: Asegúrate de que las preguntas sean lo suficientemente amplias para ser significativas, pero lo suficientemente específicas para ser manejables.

6. Objetivos

  • Derivación: Deriva tus objetivos directamente de tu problema y preguntas de investigación.
  • Alinhamiento: Asegúrate de que estén alineados con el propósito general de tu estudio.

Consejos Adicionales

  • Lenguaje Claro: Utiliza un lenguaje claro y sencillo. Evita jergas y terminologías complejas que puedan confundir a tus lectores.
  • Feedback: Busca opiniones. Permitir que otros lean tu formulación del problema puede ayudarte a identificar áreas para la clarificación o mejora.

Reflexión Final

Redactar la formulación del problema es un paso crucial que establece la base para toda tu tesis. Dedica el tiempo necesario para refinar esta sección. Una formulación del problema bien articulada no solo guiará tu investigación sino que también comunicará a tus lectores la importancia y relevancia de tu estudio desde el principio.

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